REFLEXIONES

El Ser humano se ha olvidado de algo muy importante en su vida que se llama “Presente”. Si, “vivir el Presente”. No hay nada más hermoso que ver la Luz de un nuevo día, sentirse vivo, cargado de energía,  empezar el día lleno de entusiasmo con una sonrisa de oreja a oreja, caminar tranquilo, radiante de felicidad, saludar a las personas, regalándoles una amable y tierna sonrisa.

Cuando hacemos las cosas del día a día con gusto, con entrega, con alegría, con dedicación, cuando las disfrutamos, el día, el mes, el año no es pesado, ni aburrido, sino todo lo contario, es la más agradable experiencia, el problema es que nadie se atreve a disfrutar el presente, el momento, el instante, siempre está entretenido con sus problemas existenciales, siempre está pensando y lo más interesante es que piensa en cosas del pasado, en cosas conocidas, sin darse cuenta que lo más importante es vivir intensamente el presente, el aquí, el ahora, eso es lo que cuenta, porque al fin de cuentas el pasado ya pasó, es mejor vivir plenamente el presente.

Sólo en el presente se encuentra el Bienestar, la Armonía, la Paz, la Tranquilidad, la Felicidad, por eso aquel que se atreve a vivir con intensidad cada momento de su vida se le ve feliz, sin problemas, sin preocupaciones, calmo, paciente, sereno. Bien se sabe que cada día tiene su propio afán. Es bueno que cada quien se dé la oportunidad de vivir el momento en todo lo que haga y una de las formas de hacerlo es la siguiente: si comes, come, si caminas, camina, si trabajas, trabaja, si estudias, estudia, si vas de fiesta, disfruta la fiesta, vive en su magnitud ese momento que puede ser el más importante de tu vida, pues ningún momento se repite, simplemente es algo único, grandioso que jamás se repetirá.

Hoy en este justo momento tienes la oportunidad de sentirte bien y estar bien por el gran hecho de estar con vida, eres la persona más afortunada del cosmos y esto es por una gran razón: la vida está presente en ti, se expresa en ti, en cada palpitar del corazón, es un tesoro de incalculable valor, motivo suficiente para estar de maravilla los 365 del año viviendo un eterno ahora. Centrándose en el aquí y el ahora todo fluye en perfecta armonía, concibiendo a  la vida, la más grande bendición.